miércoles, 15 de junio de 2011

¿Por qué Afganistán no es Vietnam?

Ignacio Bisbe 















Con motivo de la conmemoración del décimo aniversario del inicio de la contienda occidental en Afganistán, hemos creído conveniente analizar el estado del conflicto y ante las adversidades que están padeciendo las tropas estadounidenses y sus aliados, se pretenden despejar algunas dudas acerca del posible paralelismo histórico y conceptual con una guerra que también duró diez años para los Estados Unidos, la Guerra de Vietnam (1965-1975).

Muy a menudo podemos observar que en los medios de comunicación se han comparado tanto los conflictos de Irak y Afganistán, iniciados por los Estados Unidos y sus aliados tras el 11-S, con la Guerra de Vietnam, en la que Estados Unidos sufrió su única derrota del siglo XX y cómo potencia mundial. El recuerdo de esa derrota y sus consecuencias políticas, militares, sociales y económicas, pesa como una losa sobre la conciencia norteamericana desde 1975 hasta hoy. Todas las intervenciones armadas estadounidenses en el mundo, desde esa fecha hasta hoy, han estado condicionadas por esa guerra y en ellas se han intentado evitar cometer los errores que conllevaron a tal humillación para toda una generación de estadounidenses. Su actual cúpula militar conoce muy bien esa mala experiencia, porque participó en aquél conflicto, siendo muchos de ellos soldados rasos u oficiales de primer escalafón.


A continuación, de forma resumida, compararemos ambos conflictos y su contexto histórico, principalmente desde un enfoque militar y geoestratégico,  para detallar posteriormente las principales diferencias y paralelismos que explican tanto el recurrente argumento de establecer paralelismos por algunos periodistas principalmente.


¿Por qué se comparan ambos conflictos?

Una de las principales características desde un punto de vista global o general, es el tipo de conflicto. Tanto en uno como en otro se considera que existe una “guerra asimétrica”. En el caso de Vietnam se superponen dos modelos de conflicto, el de “guerra asimétrica” y el de “guerra convencional”, en Afganistán únicamente podemos hablar del primero.

Desde la perspectiva de un lenguaje conceptual, la teoría militar moderna establece la actual guerra de Afganistán como “guerra de cuarta generación”, la que se combina varias a la vez: la guerra de guerrillas, la guerra asimétrica, la guerra de baja intensidad, la guerra sucia, el terrorismo de Estado o similar, la guerra encubierta, el terrorismo y contraterrorismo, y la guerra civil, junto con estrategias de propaganda y guerra cibernética. Por el contrario, la guerra de Vietnam consistió, tal como vamos a especificar a continuación, en un conflicto híbrido entre la guerra de tercera generación y cuarta generación. Esta primera consiste en una guerra de alta intensidad entre dos o varios ejércitos convencionales que se enfrentan a menudo en batallas en campo abierto decisivas en el desarrollo de la contienda, con la confrontación de grandes unidades militares mecanizadas, evitando la guerra de trincheras y el estancamiento en los movimientos de los ejércitos y estableciendo una división clara entre el frente de combate y el territorio de ambos bandos, donde la superioridad táctica y tecnológica es decisiva.

En la segunda, la guerra de desgaste, prolongada en el tiempo, es la estrategia eficaz aplicada por grupos insurgentes y terroristas, que como fuerza civil que son y no militar, dado su carácter miliciano permite su ocultación en las grandes poblaciones y ser difícilmente detectables por las fuerzas de seguridad y defensa que combaten. En este tipo de guerra “sucia” los objetivos de los milicianos van contra el poder constituido o gobierno del territorio que pretenden derrocar, las fuerzas armadas internacionales y por último, contra la población civil, forzándola a unirse a ella mediante la coacción y la violencia. Esta población civil es la que  sufrió y sufre más victimas mortales y heridos en ambos conflictos.

Desde el fin del conflicto de Vietnam en 1975 y la retirada estadounidense de ese país en 1973, EEUU y sus sucesivos posteriores gobiernos y su opinión pública han desconfiado de forma sensiblemente y emotiva en relación a cualquier intervención armada en cualquier punto del planeta que implique sobre todo una invasión terrestre de fuerzas armadas. Tanto en la intervención e invasión de Granada en 1983, Irak en 1991, Somalia en 1993, Afganistán 2001 e Irak 2003, ha aparecido el llamado “fantasma de Vietnam”, o lo que es lo mismo, como un cierto temor a que se repitan parecidos problemas en tanto el gobierno y los militares no puedan ofrecer una victoria clara de la guerra a su opinión pública o les lleve a un punto de estancamiento en el conflicto que conlleve a un esfuerzo económico desorbitado, provocando  la retirada y la humillación internacional por la derrota. Ante esta problemática existe un cierto complejo por parte de algunos dirigentes políticos, analistas políticos, asesores y en la opinión publicada, de controlar y limitar en exceso el uso de la fuerza. Un comportamiento que por cierto se dio en la administración Johnson en Vietnam y que limitó y condicionó el devenir del conflicto hasta su final.

¿Cuáles son los paralelismos o semejanzas en ambos conflictos?

Fruto de los siguientes datos que a continuación vamos a exponer, así como por lo enunciado anteriormente, es posible determinar la existencia de una corriente de opinión respecto al conflicto de Afganistán, que también sucedió antes y durante de la contienda de Irak en 2003, la cual elabora una visión crítica con tal intervención afgana y que augura el fracaso de la misma, debido a que se están cometiendo los mismos errores políticos y estratégico-militares que con Vietnam. Por este motivo, exponemos esta información y tratamos de desmitificar ciertos prejuicios e incorrecciones históricas que permiten con el fin de establecer algunos paralelismos Afganistán /Vietnam.

·      La extensión en el tiempo de ambos conflictos coincide en mayor o menor medida tras el 10º aniversario de la intervención en Afganistán. La intervención de EEUU en Vietnam, de forma oficial, transcurrió entre 1965 y 1975 (concretamente desde 1973 hasta 1975 EEUU redujo casi al cien por cien sus efectivos).
·       En ambos conflictos existe una fuerza militar de carácter internacional de varios países que invaden un territorio. Bien es cierto, que en Vietnam el gobierno de Vietnam del Sur no se opuso a tal invasión, e incluso la favoreció. En Afganistán tenemos el caso de la cooperación con la entonces “Alianza del Norte” del asesinado líder A.S.Massoud. Tanto el FLN (Fuerza de Liberación Nacional o “Vietcong”) en Vietnam como los talibán en Afganistán utilizan la retórica de “liberar al país del invasor” enfatizando el carácter nacional o nacionalista.
·  Ambas son guerras no convencionales, tanto de tercera o cuarta generación como hemos indicado anteriormente.
·  Existe una guerra civil previa al conflicto y previa a la invasión o intervención de las fuerzas internacionales, que es el eje principal del conflicto. Los dos o más bandos enfrentados son las principales victimas del conflicto, atendiendo a la cuantificación de victimas y  de atentados contra los Derechos Humanos que obligan a desplazamientos forzosos de la población y a sufrir todo tipo de calamidades en su máxima expresión.
·    El contexto histórico previo al conflicto es semejante, con invasiones militares extranjeras que fracasaron y antiguos gobiernos coloniales, aunque estos no se considerarían fuerzas extranjeras en términos jurídicos, derrotados militarmente, que se vieron obligados a conceder la independencia a su colonia. En Afganistán, el ejército soviético fue derrotado tras una década de conflicto por fuerzas irregulares nutridas de población mayoritariamente local, exceptuando a los “yihadistas internacionales”.
·   Tanto el FLN (“Vietcong”) y  el EVN (Ejército de Vietnam del Norte) fueron financiados económicamente por potencias extranjeras (China y la URSS) y les suministraron material bélico de última generación, lo cual fue decisivo en la contienda. En Afganistán, los talibán reciben todo tipo de ayuda de los “yihadistas” de Pakistán, aunque formalmente no se tiene conocimiento de la existencia de material militar de tecnología avanzada.
·   El escenario bélico tanto en Afganistán como en Vietnam se desarrolla sobre un terreno extremo e inaccesible en muchas zonas, lo cual beneficia a la insurgencia en su estrategia defensiva y de ocultación.
·  La influencia de Estados fronterizos es destacable en ambos conflictos con Irán, Uzbequistán, Pakistán… y  Laos, Camboya y China, en el caso de Vietnam.
·  Al parecer la estrategia aplicada por la coalición internacional en Afganistán tiene notables parecidos con la llamada estrategia “search and destroy” llevada a cabo en Vietnam. Esta última, consiste en utilizar primero la inteligencia y unidades de reconocimiento para localizar al enemigo y acto seguido son enviadas las fuerzas aerotransportadas para destruirlo. Posteriormente se retiran del terreno de vuelta a la base militar.
·     Las fuerzas de EEUU y sus aliados poseen mayor potencia de fuego que sus adversarios en ambas contiendas. En el caso de Afganistán es todavía más evidente esta diferencia, pero no por eso más efectiva.
·    En todas las operaciones militares con batallas convencionales o a “campo abierto”, el éxito siempre recayó y sigue recayendo en el bando estadounidense, de allí que el bando contrario recurra a otro tipo de conflicto de baja intensidad o estrategia militar no convencional.
·    Las victimas civiles en Vietnam, en ambos territorios, corresponden al mayor porcentaje de bajas, seguidamente del ejército de Vietnam del Norte (EVN) (3,5 millones aprox.), EEUU perdió 58.000 soldados y Vietnam del Sur (ARVN) 230.000. Los otros aliados de EEUU, como Corea del Sur, Australia y Tailandia, sufrieron 5.600 bajas aproximadamente. En Afganistán existen por el momento entre 14.000 y 34.000 victimas civiles, 30.000 muertos o heridos talibanes e insurgentes y 2.000 bajas de la Coalición, 6.000 de las Fuerzas de Seguridad Afganas, 200 de la extinta Alianza del Norte y 1.700 contratistas o de empresas de seguridad privadas.
·      El número de efectivos en combate del bando nor-vietnamita era de entre 1,5 y 3 millones, por 2 millones del bando contrario. En Afganistán, EEUU cuenta con 48.000 efectivos, que sumados a los aliados de la OTAN, la Policía Nacional Afgana y al Ejército afgano, son 403.000 efectivos. En el otro bando, entre los Talibán y Al-Qaeda y otras milicias yihadistas, suman 93.000 efectivos.
·    EEUU apoyó a un gobierno déspota, corrupto y dictatorial en Vietnam del Sur. Ahora en Afganistán, el gobierno afgano es considerablemente más democrático pero igual de corrupto, dividido y débil.
·   Tanto el ejército o fuerzas de seguridad afganas como el ejército de Vietnam del Sur, son ampliamente incompetentes e ineficaces en su labor, están mal organizados, son corruptos, mal equipados, infiltrados por el enemigo, atentan contra los derechos humanos, así como los valores democráticos.
·   En ambos conflictos no existió una declaración de guerra, es decir con una declaración formal y vinculante por el Congreso estadounidense, tampoco se hizo en contra del Derecho Internacional, ni imponiendo una invasión de Vietnam del Sur que este no hubiera solicitado. Al principio la población vietnamita del sur recibió con agrado la intervención mientras que en EEUU el apoyo popular a la guerra era de un 60%. Esto fue lo que llevó al gobierno de EEUU a no reconocer la contienda como guerra,  lo que impedía aplicar las medidas de excepción y censura en tiempos de guerra, pero que permitió que permitieron una libre y amplia labor de los periodistas en el conflicto.
·       El peso y utilidad del uso de fuerzas especiales en ambos bandos, pero principalmente por EEUU y sus aliados, demostró la eficacia de estas unidades militares y se les dio un protagonismo superior que en anteriores conflictos. Las unidades más prestigiosas en Vietnam fueron los “Boinas Verdes” por EEUU y las Fuerzas Especiales Australianas, compuestas de aborígenes australianos. En Afganistán, todavía han cobrado mayor protagonismo, utilidad y eficacia, y existen en número de unidades mayor.
·   Una de las acciones de contrainsurgencia que se ha desarrollado en ambos conflictos ha sido la campaña de “ganarse los corazones y las mentes” de la población civil en todo el país. Sin embargo, no podemos decir que en Vietnam y Afganistán hayan sido un éxito.
·    En ambos conflictos, los enemigos de EEUU tienen el calendario a su favor. Pues para estos, es su tierra y disponen de todo el tiempo del mundo para “liberarla” del invasor. En cambio, EEUU tiene mandatos políticos limitados, marcos legales que delimitan el tiempo y debe rendir cuentas y resultados tangibles y concretos ante su opinión pública, es decir, su política exterior está condicionada por su política interior en todos sus términos.


¿Cuáles son las diferencias que permiten poner en cuestión algunas interpretaciones catastrofistas del conflicto de Afganistán?
                                                                                                

  • Se dan distintos “casus belli” (motivo de guerra): El “suceso del Golfo de Tonkin” y 11-S. En Vietnam, el 2 de agosto de 1964, un destructor de EEUU (USS Madox) fue atacado por dos lanchas torpederas, destruyendo una de ellas (existe cierta controversia y especulación al respecto). En Afganistán, se acusó de los atentados del 11-S al grupo terrorista Al-Qaeda que su líder, Osama Bin Laden, residía en Afganistán y tenía su centro de operaciones allí, protegido por el régimen talibán desde la capital Kabul.
  • En Vietnam las dos principales fuerzas beligerantes contaban con grandes aliados y potencias mundiales en un contexto de un mundo bipolar. La URSS llegó a enviar 11.000 efectivos en ayuda de Vietnam del Norte, entre pilotos, técnicos y especialistas en defensa aérea. EEUU ayudó a Vietnam del Sur, anteriormente a la entrada oficial en la guerra en 1965, envió más de 15.000 asesores. EEUU gastó en total más de 140 billones de dólares en toda la guerra. En Afganistán, EEUU ha invertido cerca de 420 mil millones[1] de dólares por el momento, una cifra menor que en Vietnam, en un periodo de tiempo semejante. La ayuda que reciben los talibán y aliados terroristas no está claramente identificada, pero es claramente inferior porque no destinan fondos para reconstruir un territorio. Únicamente necesitan financiación para poder prolongar sus ataques y el conflicto.
  • Existe un objetivo claro y tangible para el bando de Vietnam del norte, el Vietcong y sus aliados, que es unificar el país construyendo un Estado comunista. En Afganistán, el único objetivo de los talibán es expulsar al invasor y construir un califato a semejanza al régimen talibán anterior al año 2001.
  • El FNL (“Vietcong”) y Vietnam del norte tenían un solo  líder: Ho Chi Minh (falleció durante la contienda). Al-Qaeda tuvo a Bin Laden, pero los talibán tienen al Mulá Omar y otros líderes tribales heterogéneos que obedecen a una división étnica y  tribal
  • A pesar del mito establecido de una lucha desigual entre la superioridad bélica de EEUU y la inferioridad tecnológica y bélica del Vietcong y Vietnam del Norte, este argumento resultó ser parte de la propaganda nacionalista del Vietnam del norte, por ser falso. Vietnam del Norte y el Vietcong recibieron una ayuda vital e importante, principalmente de la China comunista y de la URSS. Desde sistemas antiaéreos de última generación, aviones caza soviéticos y chinos, hasta armas ligeras de última generación, entre otra ayuda militar y de suministros. En Afganistán, la diferencia tecnológica y armamentística  entre ambos bandos es enorme, por este motivo la táctica de utilizar el terrorismo y el terrorismo con suicidas es la más eficaz para los talibán y Al-Qaeda.
  • En cuanto al terrorismo, en ambos conflictos es utilizado por los enemigos de EEUU, ya sea contra sus fuerzas armadas y de sus aliados, así como contra la población civil indefensa. En Afganistán, el terrorismo es una táctica recurrente y extendida, pero en este caso, el factor del terrorismo suicida está enmarcado en el radicalismo religioso islamista.
  • La lucha por el territorio, es constante en ambas contiendas, pero únicamente en algunas zonas del país más inestables. La capital afgana, Kabul, no está directamente amenazada con caer en manos de los talibán. En Vietnam, Saigón fue objeto de ofensivas insurgentes y del terrorismo, e incluso fue amenazada directamente la embajada norteamericana en 1968 (“Ofensiva del Tet”). En cambio, ni en Afganistán ni Vietnam ha existido un “frente” de guerra o una primera línea de combate. Pues este “frente” va cambiando de lugar constantemente y obliga a una mayor movilidad de ambos bandos, sin establecer el vínculo entre un bando y un territorio.
  • En 1965 Vietnam del sur estaba controlado en un 65% a manos del Vietcong. En Afganistán, los talibán dominan menos de un 10% del territorio.
  • La moral del ejército estadounidense y del Vietnam del Sur era muy baja a partir de 1967, incluso la droga era un problema en los soldados. En Afganistán no existe información que permita afirmar que estas practicas se dan en la Coalición Internacional, pero se han dado casos de su consumo en las Fuerzas de Seguridad Afganas (Afganistán es un  de los países productores mundiales de opio y su consumo está muy extendido en la población civil).
  • En cuanto a la preparación del ejército de EEUU, en la época de Vietnam existía el servicio obligatorio y forzado, que lo representaban las clases sociales bajas de la sociedad. Mientras que en Afganistán, el ejército es profesional, bien remunerado y existen rotaciones de personal militar de forma constante y eficaz. Además en Vietnam, existen datos de alrededor de 800 oficiales de EEUU asesinados por sus propios soldados, debido a su incompetencia y baja experiencia, debilidades que ponían en peligro la vida de la unidad militar.
  • Vietnam del norte podía concentrar sus fuerzas en Vietnam del Sur porque no tenía que cubrir con tropas las fronteras del norte u otros flancos, al no tener países enemigos a su alrededor. China. Laos y Camboya eran sus aliados o al menos tenían alianzas con otras guerrillas comunistas fronterizas con esos países. En Afganistán, EEUU no tiene relaciones diplomáticas con Irán, pero tiene alianzas con países como Tayikistán, Uzbekistán y  Turkmenistán. En el caso de Pakistán, las relaciones han ido cambiando, desde la cooperación contra el terrorismo y los talibanes, hasta las tensas relaciones vividas recientemente tras la eliminación de Bin Laden por EEUU en territorio pakistaní.
  • En Vietnam, una ruta por la que se abastecía desde el norte al sur, llamada “Ruta Ho Chi Minh”. Desde ella se abastecía a la guerrilla del Vietcong (FLN), con hombres, suministros y armas. En Afganistán, existe una ruta en la frontera norte entre Pakistán y Afganistán, pero está parcialmente bajo control de la coalición y no parece ser tan prioritaria para los talibanes, quienes tienen recursos para autosuministrarse.
  • El FLN y la guerra de guerrillas, tenía más actividad y era más eficaz  durante la noche, dejando a EEUU en actitud defensiva. En Afganistán, el uso de tecnología punta por EEUU, como la ”visión nocturna”, les proporciona cierta ventaja, así como el uso de los aviones no tripulados, los cuales tienen también capacidad de ataque y no causan bajas humanas propias.
  • El Vietcong construyó, ya anteriormente a la guerra, una red extensa de túneles para evitar ser objetivo de la fuerza aérea de EEUU, abastecerse, no ser detectado y llevar la iniciativa en el combate sorprendiendo al enemigo. A dos metros bajo tierra, disponían de hospitales, escuelas y almacenes de todo tipo. En Afganistán, este método no es tan utilizado, ni tan desarrollado, pero en cambio sí utilizan las cuevas de las zonas montañosas para protegerse y evitar ser detectados.
  • En Vietnam, se llevaron acabo acciones por parte de EEUU que traspasaban claramente la legalidad y la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, con los sucesos de “My Lai” o matanza de población civil de forma indiscriminada por una unidad del ejército de EEUU denominada “Tiger Force”, y también por la utilización del agente químico “agente naranja” sobre la selva de una gran parte del país, provocando efectos secundarios en la población civil durante y después de la contienda.
  • El bando nor-vietnamita supo utilizar la guerra en su favor ante la opinión pública estadounidense y sacar un rédito muy importante para debilitar a su enemigo en su ámbito interno. Cuantas más bajas causaban al enemigo, la opinión pública estadounidense se oponía con más vigor a la guerra, en tanto que los movimientos pacifistas, izquierdistas y de los derechos raciales tuvieron un papel crucial enfrentándose a la administración Johnson. En Afganistán, no está sucediendo tal situación por el momento, seguramente debido a que el “casus belli” está claramente identificado y la intervención justificada, como una reacción a un ataque sufrido en el propio EEUU y contra la seguridad de la comunidad internacional.
  • En el plano político estadounidense, la guerra y sus resultados negativos a partir de 1968 provocaron que el Presidente L.B. Johnson no optara a la reelección y ganara el republicano R.Nixon, quien empezó a negociar con Vietnam del Norte y hablar de retirada de las tropas estadounidenses, no sin antes llevar a cabo bombardeos masivos sobre Vietnam del Norte, para forzar la continuidad de las negociaciones. En Afganistán, la situación dista mucho por el momento se ser semejante.

Reflexión final

Desde una óptica global, podemos afirmar que la razón de que existan tales semejanzas y diferencias entre ambos conflictos y experiencias, que ayuden a aclarar determinadas corrientes de pensamiento y análisis difundidas reiteradamente en los medios de comunicación, no significa que el actual conflicto bélico de Afganistán no desemboque en una derrota para los Estados Unidos y sus aliados, ya sea de forma parcial o total, es decir, una retirada parcial o total de los ejércitos. Hoy, podemos afirmar que EEUU perdió, o no salió vencedor, en Vietnam, pero en Afganistán, de momento, no existe ninguna garantía de éxito clara, así como tampoco sería correcto determinar que los talibán y los terroristas estén ganando la guerra. Quizá la situación actual del conflicto se actualmente la del estancamiento o “punto muerto”. [i]






[1]  http://costofwar.com/en/




[i] Bibliografía:

Appy, Christian G. “La guerra de Vietnam: Una historia oral”. Ed. Crítica. 2008


1 comentario:

  1. Muy didático el análisis! Buen artículo! João Francisco

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